March 19, 2023/ Fourth Sunday of Lent
Brothers and Sisters,
Here we are again! One of the two days per liturgical year when you might see the priest wearing rose colored vestments (I know, it looks “pink,” but Jesus rose from the dead, He didn’t pink from it!)
Today we celebrate Laetare Sunday, the Fourth Sunday of Lent. The word comes from the entrance antiphon reflecting on Isaiah 66:10-11: “Rejoice, Jerusalem, and all who love her. Be joyful, all who were in mourning; exalt and be satisfied at her consoling breast.” Laetare (“rejoice”) is the first word in the Latin text.
On Laetare Sunday (similar to the Third Sunday of Advent, Gaudete Sunday) the Church expresses hope and joy in the midst of our Lenten fasts and penances. The change in color indicates a glimpse what awaits us at Easter, just before we enter into the somber days of Passiontide. The joy of Easter being around the corner is symbolized in a few other interesting liturgical possibilities. The General Instruction of the Roman Missal forbids flowers adorning the altar during Lent, except on Laetare Sunday (as well as solemnities and feasts within the season)!
At one time marriages were generally forbidden during Lent, but Laetare Sunday was often associated as a day when marriages could be celebrated. (After the reforms of Vatican II marriages are now only forbidden on Good Friday and Holy Saturday).
Laetare Sunday is an opportunity to savor and keep in the back of our minds what awaits us on Easter Sunday, the reality that Jesus Christ is risen from the dead, and that our hearts will always be filled with joy! Being aware of traditions and customs assists us in celebrating the beauty of our faith. As you can see, there is much associated with even another ordinary Lenten day like the Fourth Sunday of Lent! Laetare Sunday should remind us to learn about and take advantage of the richness of our Catholic traditions.
Have a blessed week, Fr. Kevin
19 de marzo de 2023/Cuarto Domingo de Cuaresma
Hermanos,
Hoy celebramos el Domingo de Laetare, el Cuarto Domingo de Cuaresma. ¡Aquí estamos de nuevo ¡Uno de los dos días del año litúrgico en los que se puede ver al sacerdote con vestiduras de color rosa!
La palabra proviene de la antífona de entrada que reflexiona sobre Isaías 66,10-11: “¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados y saciarse en sus pechos consoladores…!” Laetare ( “alegrarse” ) es la primera palabra del texto latino.
El Domingo de Laetare (similar al Tercer Domingo de Adviento, Domingo de Gaudete) la Iglesia expresa esperanza y alegría en medio de nuestros ayunos y penitencias cuaresmales. El cambio de color indica un atisbo de lo que nos espera en Semana Santa, justo antes de entrar en los sombríos días del sufrimiento de Jesús en su Pasión. La alegría de la Pascua, ya cercana, se simboliza con sorpresas. Por ejemplo, la Instrucción General del Misal Romano prohíbe que las flores adornen el altar durante la Cuaresma, excepto el domingo de Laetare (así como las solemnidades y fiestas dentro de la temporada).
En un momento, los matrimonios generalmente estaban prohibidos durante la Cuaresma, pero el domingo de Laetare a menudo se asociaba como un día en que se podían celebrar los matrimonios. (Después de las reformas del Vaticano II, los matrimonios ahora solo están prohibidos el Viernes Santo y el Sábado Santo).
El domingo de Laetare es una oportunidad para saborear y recordar lo que nos espera el Domingo de Pascua, la realidad de que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos, ¡y que nuestros corazones siempre estarán llenos de alegría! Ser conscientes de las tradiciones y costumbres nos ayudan a celebrar la belleza de nuestra fe. Como podemos ver acá todo lo que se nos revela en un día ordinario como el IV Domingo de Cuaresma. El domingo de Laetare debe recordarnos conocer y aprovechar la riqueza de nuestras tradiciones católicas.
Una bendecida semana, P. Kevin